La gestión del desempeño de empleados es a menudo un concepto mal entendido; la mayoría de las organizaciones tienden a confundirlo con la evaluación del desempeño laboral. Pero es mucho más que eso. La gestión del desempeño consiste en obtener resultados. Se trata de ayudar a las personas a identificar sus puntos fuertes y su potencial de mejora.
Es un enfoque para lograr un objetivo compartido. No sólo consiste en gestionar los logros individuales, sino también los de los equipos. Un sistema de gestión del desempeño de empleados, se utiliza para identificar, medir y celebrar el éxito de un empleado en el trabajo.
La gestión del rendimiento es una herramienta fundamental para el éxito y el crecimiento sostenible de las empresas. No se trata simplemente de evaluar el desempeño de los empleados, sino de crear un entorno que fomente la mejora continua, la motivación y el alineamiento de los objetivos organizativos e individuales.
Para esto es clave enfocarnos en diferentes puntos esenciales para el manejo del desempeño, hoy te contamos los 6 más importantes:
1. Establecimiento de Objetivos Claros y Medibles: Para iniciar un sólido sistema de gestión del rendimiento, es esencial establecer objetivos claros y alcanzables tanto a nivel organizativo como individual. Los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo (SMART). Esto proporciona una dirección clara para los empleados y ayuda a medir el progreso de manera efectiva.
2. Retroalimentación Constructiva y Continua: La retroalimentación no debe limitarse a revisiones anuales. Implementar un sistema de retroalimentación regular y constructiva fomenta la mejora continua. Los empleados deben recibir comentarios específicos sobre sus logros y áreas de desarrollo, creando así un entorno de aprendizaje y crecimiento.
3. Herramientas Tecnológicas para la Gestión del Rendimiento: La tecnología desempeña un papel crucial en la gestión del rendimiento moderna. Plataformas y software especializados permiten realizar un seguimiento eficiente de objetivos, proporcionar retroalimentación en tiempo real y facilitar la comunicación entre supervisores y empleados. Estas herramientas simplifican los procesos y mejoran la transparencia.
4. Desarrollo de Habilidades y Capacidades: La gestión del rendimiento no solo se trata de evaluar, sino también de desarrollar. Identificar las habilidades y capacidades necesarias para el crecimiento profesional y brindar oportunidades de desarrollo ayuda a mantener a los empleados comprometidos y preparados para enfrentar nuevos desafíos.
5. Reconocimiento y Recompensas: El reconocimiento adecuado refuerza un rendimiento excepcional. Implementar un sistema de recompensas, que no solo incluya incentivos financieros sino también reconocimientos simbólicos, contribuye a crear un ambiente laboral positivo y motivador.
6. Evaluación 360 Grados: La retroalimentación no debe limitarse a la jerarquía directa. La evaluación 360 grados, que involucra a colegas, subordinados y supervisores en el proceso de evaluación, proporciona una visión completa del rendimiento de un empleado y fomenta la colaboración y la mejora colectiva.
¿Cuál es el proceso para la gestión del desempeño de empleados?
La gestión del desempeño de empleados es un proceso para mostrarles aprecio. No es un proceso para vengarse por algo que puedan haber hecho en el pasado, estos cuatro pasos son oportunidades perfectas para mostrar aprecio. He aquí cómo lograrlo:
Planificar
Mantén una conversación sincera con tus empleados sobre cómo pueden ayudar a conseguir el objetivo general de la organización y cómo pueden beneficiarse de todo el proceso. Una organización necesita tener fe en sus empleados, pero es igualmente esencial que los empleados tengan confianza en la organización. Que alguien crea que sus capacidades son poderosas es una forma sincera de agradecimiento.
Actuar
Hay muchos empleados que constantemente sienten que no se les da suficiente feedback y eso no resuelve el propósito. Los empleados se quejan de no tener suficiente comunicación con los directivos durante los proyectos; dicen que o bien tienen noticias de ellos durante el inicio y luego hacia el final del proyecto. Y esto es exactamente una oportunidad perdida.
Supervisar
Dirigir una organización no es lo mismo que dirigir una institución en la que hay que disciplinar a los niños para que se den cuenta de sus errores. Aquí se trata de adultos, y es fundamental observar más que vigilar. Un directivo que sabe utilizar esta medida con criterio asegura la retención de los empleados. Es un buen lugar para hablar de la energía, el nivel de compromiso, los logros de los objetivos, etc. con los empleados.
Revisión
Este es el último paso del proceso. En el mundo actual, las revisiones se orientan sobre todo a los resultados, lo cual es bueno, pero también es un proceso en el que puedes tener una conversación productiva con tus empleados y hablar de los logros. Este es un paso importante para celebrar a un empleado; aporta calma en momentos de estrés. Aprecia a un empleado por sus cualidades.
Una sólida gestión del rendimiento no solo mejora la productividad y la eficiencia, sino que también fortalece la cultura organizativa y el compromiso de los empleados. Al centrarse en objetivos claros, retroalimentación continua y desarrollo personal, las empresas pueden cultivar un entorno que promueva la excelencia y el crecimiento sostenible. Recuerda que al centrarnos en el desarrollo de una cultura de gestión que se centra en la gestión positiva de las personas en el lugar de trabajo, tenemos un sólido historial de desarrollo tanto de los directivos como de los empleados.
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