En el mundo empresarial, donde la carrera por los resultados y la productividad es una prioridad, a menudo nos olvidamos de mirar lo que realmente sostiene a una empresa: el bienestar de los empleados. Las personas que trabajan felices tienen un aumento del 13% en su productividad. (https://www.ox.ac.uk/news/2019-10-24-happy-workers-are-13-more-productive?_ga=2.228711964.1873820514.1724863560-761693666.1724863560). Imaginemos una empresa como un coche de Fórmula 1, el motor puede ser potente, pero sin un conductor en buenas condiciones, el coche no irá a ninguna parte. De la misma manera, una empresa puede tener las mejores estrategias, pero sin empleados sanos y motivados, el éxito es sólo un espejismo.
Es por esta razón que dar prioridad al bienestar de los empleados no es sólo una cuestión de ética, sino una estrategia inteligente para el éxito organizacional. Los empleados que se sienten valorados y tienen sus necesidades satisfechas tienden a ser más comprometidos y productivos. Según un informe de Gallup, sólo el 15% de los empleados a nivel mundial están comprometidos en el trabajo, lo que indica la urgente necesidad de invertir en mejoras en el bienestar y la satisfacción de los empleados. https://www.gallup.com/workplace/349484/state-of-the-global-workplace.aspx?utm_source=2013StateofGlobalWorkplaceReport&utm_medium=2013SOGWReportLandingPage&utm_campaign=2013StateofGlobalReport_Redirectto2017page&utm_content=download2017now_textlink&_ga=2.229841564.1873820514.1724863560-761693666.1724863560.
Y ¿Cómo sabemos si estamos en el camino correcto? La respuesta está en medir el clima organizacional. Piensa en ello como un termómetro que nos ayuda a entender la temperatura emocional de la empresa. Las encuestas de clima son herramientas esenciales para identificar áreas de mejora y garantizar que el ambiente de trabajo sea saludable y acogedor.
Sin embargo, no basta solo con medir; es necesario actuar. Y aquí es donde entran la empatía y el liderazgo situacional. La empatía permite a los líderes comprender las necesidades y desafíos de sus empleados, mientras que el liderazgo situacional les permite adaptar su estilo de gestión según lo exija la situación.
Un ejemplo práctico de esto es la flexibilidad en el trabajo. Si se dio cuenta, en base a las necesidades expresadas por los empleados que Ofrecer opciones de trabajo remoto u horarios flexibles puede ser la diferencia entre un empleado estresado y un empleado satisfecho, ¡ponlo en práctica, crea horarios híbridos entre los colaboradores! Es como darles control remoto sobre sus propias vidas, permitiéndoles ajustar el volumen entre su vida personal y profesional según sea necesario. ¿Y a quién no le gusta tener el mando a distancia en la mano?
En conclusión, la comunicación abierta y transparente es el pegamento que mantiene todo unido. Crear canales donde los empleados se sientan cómodos expresando sus ideas e inquietudes es fundamental, es un lugar donde todos tienen la oportunidad de ser escuchados. Es como tener un confesionario donde todos pueden desahogarse sin temor a ser juzgados; esto no sólo fortalece la confianza entre empleado y empleador, sino que también promueve un ambiente de trabajo más colaborativo e innovador. Por todo esto, priorizar el bienestar de los empleados es un camino continuo que requiere atención, empatía y acción. Al invertir en el bienestar de su equipo, las empresas no sólo garantizan un entorno de trabajo más saludable, sino que también obtienen las recompensas de un desempeño organizacional superior. Al fin y al cabo, un empleado feliz es como un rayo de sol que ilumina todo el entorno laboral. ¿Y quién no quiere trabajar en un lugar así?